PRINCIPIOS DEL BLOQUE CRÍTICU

● Desde un principio el Bloque fue planteado como una unión de anarquistas y comunistas. Sin embargo, no somos dogmáticos, y no hace falta considerarse lo uno o lo otro para poder unirse. Tan sólo hace faltar estar de acuerdo con algunos principios que, aunque insuficientemente, nos ayudan a explicar qué somos.
● En el Bloque no hay jerarquía, burocracia o carnets de ningún tipo. Nos regimos por una «dirección colectiva», asamblearia siempre que se pueda, donde todo se hace de forma transparente y nadie está por encima de nadie. También somos autogestionarios e independientes, es decir, tenemos nuestros propios fondos y nuestra propia agenda.
● No somos ya el «movimiento revolucionario de la clase obrera». Más bien somos la semilla de un movimiento que aún está por nacer. ¿Y qué lleva esta semilla? Toda la experiencia de lo que hemos vivido y luchado estos años, toda la experiencia de la clase obrera asturiana, y toda la experiencia de todos los rebeldes y revolucionarios a lo largo de la historia y a lo ancho del mundo que hemos sentido, leído o escuchado. Rechazamos tanto el triunfalismo como el pesimismo: analizamos estas experiencias con sus aciertos y con sus errores, pero siempre aprendiendo algo. También rechazamos esa separación artificial entre lo teórico y lo práctico, pues la teoría debe aplicarse y la práctica debe planearse.
● Nuestro fin no es tomar el poder del Estado para tratar de transformarlo «desde dentro»; este es un paradigma históricamente agotado y actualmente inviable que en realidad esconde intereses oscuros, ajenos a los de la clase obrera (PSOE en la Transición, Podemos hoy). Nuestro objetivo es impulsar un movimiento «desde fuera» que tenga por horizonte la plena destrucción del capitalismo y la construcción de una nueva sociedad auténticamente libre e igualitaria. El Estado no es un instrumento técnico neutro para la administración de la sociedad, el Estado es un instrumento de dominación de clase que sirve a unos determinados intereses de clase. A tal respecto, consideramos que la forma que adopte el Estado (democrática o dictatorial, republicana o monárquica) es un tema secundario, lo principal es su naturaleza de clase.
● Entre nuestras metas están la abolición de las clases sociales, del Estado, de la propiedad privada, del trabajo asalariado, del productivismo, del consumismo, de la familia tradicional y, en definitiva, la erradicación de toda relación social capitalista y mercantilizadora.
● Somos internacionalistas. El nacionalismo es una ideología corporativista dirigida al reforzamiento del Estado nacional (esto es, el Estado moderno, el Estado burgués); su cometido es hacer que el Estado aglomere y represente fielmente a las masas de un determinado pueblo (entendido este en sentido interclasista: negación de la lucha de clases, búsqueda de la armonía social). Nosotros estamos contra toda forma de nacionalismo, sobretodo contra el nacionalismo de gran nación (ya que es el nacionalismo del Estado actualmente existente), pero sin dejar de ser críticos ante los nacionalismos más pequeños (pues tienen por fin la creación de nuevos Estados). Defendemos la cultura y la identidad de los pueblos (y a este respecto siempre defenderemos el libre desarrollo de la cultura y la identidad asturianas); sin embargo, estamos en contra de todo proyecto político que anteponga la lucha nacional a la lucha de clases. Luchamos por la fusión del proletariado de todas las naciones, pues comprendemos que nuestra clase es una clase universal (aún con todas sus particularidades) y por tanto su lucha debe ser internacional.
● Somos antiimperialistas. Como ya hemos remarcado, luchamos contra el Estado burgués, por ello nos negamos ir a corriente de ninguna facción de la burguesía, sea cual sea la bandera que ondee o la sofistacción y diplomacia con las que ejerzca su explotación.
● Rechazamos totalmente toda forma de racismo ya que comprendemos que la categoría de raza no tiene ningún tipo de validez científica en el ser humano. También somos intransigentes con la xenofobia, pero por otros motivos. La distinción entre obreros inmigrantes y obreros «nativos» es una distinción real en el sistema capitalista; la xenobia es la respuesta de una buena parte de la clase obrera «nativa» que, impregnada de ideologías burguesas y reaccionarias, ve al inmigrante como un competidor en el mercado laboral y no como un compañero de clase en lucha por la revolución de su misma clase.
● No al feminismo transexcluyente. Rechazamos cualquier feminismo que hable de hombres y mujeres en términos biologicistas. La división actual entre hombres y mujeres no responde a una división biológica o natural, sino a una división social e histórica que va evolucionando según evoluciona la sociedad y más concretamente la familia como célula de reproducción del capitalismo. Luchamos por la abolición de la familia tradicional y los roles de género que de ella emanan, para así poder alcanzar la igualdad real (y no solo formal) entre hombres y mujeres. Así mismo, no toleramos ninguna forma de machismo ni opresión hacia la mujer por el hecho de ser mujer.
● Criticamos duramente el obrerismo, es decir, la idea de que el obrero por el hecho de ser obrero ya es un ser de luz. La conciencia revolucionaria del proletariado no viene de fábrica, ha de ser adquirida, y para ello tenemos que ser autocríticos y luchar contra las ideologías burguesas que hay dentro de nuestra clase. No buscamos la unidad abstracta e indefinida de la clase obrera, buscamos su unidad revolucionaria, y para ello primero tiene que producirse una lucha ideológica contra toda forma de reformismo y oportunismo dentro de nuestra clase.
● Participamos en la lucha sindical cada vez que un conflicto laboral requiere nuestra presencia, aún así, somos críticos con el sindicalismo, pues entendemos que por sí solo no sobrepasa los márgenes del sistema. El sindicalismo admite la lucha de clases pero no para superarla sino para pacificarla. El obrero es visto como mero obrero, como fuerza de trabajo, como capital variable, y como tal su único interés en la vida serían unas buenas condiciones laborales y un Estado benevolente y protector. Aquí se pierde toda perspectiva revolucionaria de la sociedad. Hoy por hoy el sindicalismo dominante sirve al encuadramiento de las masas en el Estado burgués, funciona como correa de transmisión de la ideología burguesa dentro de la clase obrera.
● Somos antifascistas, no en sentido infantil o coloquial, lo somos para prevenirnos ante el «nuevo» fascismo que puede emerjer de tantas corrientes reaccionarias que atraviesan actualmente nuestra clase. Aunque científicamente hoy no exista el fascismo, las condiciones son lo suficientemente «turbias»: descomposición del imperialismo, complacencia del reformismo, ausencia de un movimiento revolucionario… Es nuestro deber aplastar cualquier semilla reaccionaria que pueda dar lugar de nuevo a aquel engendro del capital.

10 comments ↓

#1 naciu tueru on 11.02.21 at 23:07

Voy resumios les babayaes eses d’enriba. Sois una peada de niñatos qu’un día salís con un trapu de Asturies, otru vais de feministes y otru -y dais abellugu a maltratadores de muyeres. Un anarquista enxamás de los xamases xúntase con comunistes autoritarios de mierda. Nun m’estraña qu’hasta los putos nazis rinse de vós. Teneis la intelixencia xusta para nun cagavos enriba

#2 Roberto Fdez on 11.03.21 at 01:06

Naciu Tueru,
1) No tienes ni puta idea de los procesos de crítica y autocrítica que tenemos dentro del bloque.
2) Aquí el único dogmático puritano de mierda eres tú. Vete a repartir carnets de anarquista a otro lado, que aquí no los queremos.
3) Prefiero mil veces que una panda de nazis se ría de nosotros por ser menos que ellos antes que ser una asquerosa rata incapaz ni siquiera de ir a plantarles cara.
Venga, a pastar, gilipollas.

#3 naciu tueru on 11.03.21 at 15:41

Los únicos procesos de crítica-autocritica que conocéis son les drogues y l’alcohol. Nun fai falta que vos lo diga nadie, nun sois anarquistes nin con carné nin ensin carné, ¡hipócritas!. Y faer el ridículu énte unos nazis nun ye llantar cara a nada nin naide. Preguntaivos porque’l vuesu mensaxe nun cala ente la sociedá. ¿Nun va ser que glayáis una cosa y faceis otra distinta? Los nazis esparcen un mensaxe falsu, pero’l vuesu tamién ye asemeyau.

Pola to respuesta paez que te dolió’l mio comentariu. Ayu y agua.

#4 Roberto Fdez on 11.03.21 at 16:20

Pero si eres tú el que viene llorando, retrasao. Paso de responderte más porque no haces más que soltar mierda por la boca. Seguro que tu mensaje lleno de heces y bilis cala mucho en la sociedad. Lo dicho, a pastar.

#5 Domenech on 11.03.21 at 17:15

Vaya cuera os ha dado naciu tueru, ni en casa os quieren. Tristes.

#6 Roberto Fdez on 11.03.21 at 17:45

En ningún momento compartimos casa con este tipo de personajes. Igualmente, es significativo ver cómo el payaso este y tú, un puto nazi de mierda, os codeais ante nuestra existencia. Estamos haciendo las cosas bien.

#7 Georgie Dann on 11.03.21 at 22:59

«También somos autogestionarios e independientes»

Pero estamos atechaos en un local por el que no pagamos un duro de alquiler ni gastos de luz, agua, basura.

«no toleramos ninguna forma de machismo ni opresión hacia la mujer por el hecho de ser mujer.»

Pronto hemos olvidado al señorito J aka F. ¿Eh? O que el bloque era ese sitio donde los machitos proletas tiramos la caña.

«El sindicalismo admite la lucha de clases pero no para superarla sino para pacificarla. »

Pero sin embargo chupamos del patrimonio sindical.

JETAS

#8 Rf on 11.04.21 at 01:43

Georgie Dann,
Hasta ahora en todos los CSOAs, CSAs o espacios en los que hemos realizado nuestras actividades no nos han pedido ninguna cuota para ello. Si esto resulta algún problema serio a alguien que nos lo diga y no volveremos ahí. Además, si lo que importa es el dinero por ocupar un espacio y darle vida poco podemos tener en común.
Por otra parte, es muy fácil utilizar ciertos términos para desacreditar políticamente a una organización, pero no veo tanta preocupación sincera por estos temas, más bien veo ganas de meter mierda de manera interesada.
Por último, no sé cuándo hemos alegado patrimonio sindical en ningún lugar.

#9 Georgie Dann on 11.04.21 at 12:12

No hace falta que nos pidan nada, de nosotros debería salir colaborar en esos gastos. Presumimos de autogestionarios ¿no? Menuda autogestión es esa. Decimos que somos estudiantes, parados, sin dinero pero en los bares no pagamos con «venimos a dar vida» Para lo que nos interesa tenemos dinero.

¿Qué clase de vida? Metemos mierda de la buena allá por donde pasamos. Mierda en forma de polvitos mágicos. Mierda sembrando la cizaña con nuestros juegos adolescentes y putas redes antisociales. Mierda cuando jugamos a antifas. NUNCA asumimos responsabilidades porque los culpables SIEMPRE son otros, sea el estado, o burgueses o lo que nos salga de la neurona.

#10 Rf on 11.04.21 at 15:54

Vamos a ver, siempre que hemos colaborado económicamente con algo o alguien ha sido porque hemos querido, no porque nos lo hayan exigido, que es lo que tú estás haciendo y lo que yo estoy criticando. Muchos de nosotros nos hemos dejado mucha pasta en la militancia, no solo en forma de multas (nuestras o de otros), y sí, aún así alguna vez nos hemos ido de cañas. Perdónanos señor por no ser lo suficientemente castos para usted.
Respecto al segundo párrafo, no proyectéis vuestros vicios en nosotros, por favor.
Por cierto, aunque ahora no hayas sacado el tema, se me olvidó un pequeño matiz en el anterior post, y es que nosotros no rechazamos la lucha sindical enmarcada en la lucha revolucionaria, rechazamos el sindicalismo como lucha parcial e inmediata, como bien se explica en el texto. Son cosas diferentes.
Un saludo.